Hace dos millones de años

La galaxia de Andrómeda está situada a 2,5 millones de años luz de nosotros. Es decir, cuando la observamos, contemplamos la luz que de ella salió hace mucho tiempo. Se trata del objeto más lejano que se puede ver a simple vista. Cuando tenía dieciséis años descubrí que la Astronomía me apasionaba. Gracias a la calidad, oscuridad  y limpieza del cielo nocturno de Pozoamargo, tuve la oportunidad de disfrutar ampliamente de mi vocación. El valor de la oscuridad nocturna es inmenso. Nos permite conectarnos con el universo que nos rodea, y entender, quizás, el papel que jugamos a lo largo de nuestra vida. Durante los últimos años, hemos asistido a un intento estúpido de pervertir el ciclo natural de nuestro planeta, convirtiendo la noche en día mediante iluminaciones absurdas, nada ecológicas y que, desde mi punto de vista, constituyen un autentico delito contra el patrimonio natural, al que pertenecemos, nos guste o no. Espero que algún día todos seamos capaces de entenderlo. La fotografía que se muestra fue tomada desde la Ermita,  acoplando la cámara a un telescopio de tipo Newton de focal 900 mm y 8  pulgadas de diámetro de espejo. La exposición duró 114 s, con una ISO 800. La imagen es del verano de 2005. Nuestro cielo es también parte de nuestro pueblo.